● ID: @Ainara_Demon

● Biografía: Ainara no es una mujer normal, ni de lejos se asemeja a una convencional siquiera, lo único que tienen en común una mujer mortal y Ainara es su aspecto. La chica luce como cualquier bella mujer de la tierra, su esencia, su vida y su ser era lo que la diferenciaba. No había nacido de la forma convencional, no era hija de sangre de un hombre y una mujer, sus padres ni siquiera eran personas vivas. Su madre había muerto años antes de engendrarla y sus padres, sí, padres en plural eran 7 demonios al servicio de su madre. No la crearon por el amor que se sentían, la crearon porque necesitaban dar ese amor a alguien, nació del deseo de ambos, de su magia.

Ainara es magia pura, cada fibra de su ser es magia, cada célula de su cuerpo es magia. Desde pequeña ha sabido que sus padres la querían con locura, aunque también tenía claro cual era su forma de vida. Hija de una reina demonio y de su más leal súbdito, debía ser más fuerte, más fiera, mejor. Ese era su objetivo, ser la mejor, la guerrera que ayudase a su madre en todo lo posible. Sus primeros años de vida transcurrieron entre juegos, entrenamientos y cariño, aunque a su padre siempre le costase demostrar su amor más que a la reina. Fue cuando cumplió 5 años cuando luchó su primera batalla, no aparentaba nunca la edad que tenía en relación a la que parecía. Desde el primer momento creció a gran velocidad, llegando a parecer una mujer de 25 años en sólo 4. Fue entonces cuando comenzaron los problemas, la gran guerra estalló y Lilith se alzó contra ellos. Pasó años luchando junto a sus padres, escalando puestos desde soldado hasta llegar a ser una de las comandantes de su madre.

Cuando la maldición se llevó a sus padres a Storybrooke a ella la dejó fuera del pueblo, apareció en una ciudad cercana donde comenzó a trabajar de modelo, de alguna forma consiguió amasar una pequeña fortuna que la permitía vivir bien, sola y sin nadie que pudiera ayudarla a recordar quien era, de donde venía o algo más además de su nombre. Descubrió pronto una facilidad fascinante hacia las artes místicas que usaba de cuando en cuando, por placer, también tenía facilidad para los juegos de cartas. No sabe como en uno de sus múltiples viajes en moto por los bosques ha llegado a Storybrooke, ha entrado en el pueblo y busca que espíritu o magia la ha hecho ir hasta allí, pero lo descubrirá, usará todo lo que sabe para averiguar porque sus pasos la han llevado hasta ese pueblo extraño y perdido de la mano de Dios.